Falda lápiz sailor.

Os escribo desde donde escribo siempre, desde mi casa. La diferencia es que hoy tengo la casa para mí solita. Armaría una fiesta loca de no ser porque sólo de pensar en recoger y la resaca del día posterior me entra pereza, y porque me ha salido un herpes horrible en la barbilla y me gustaría que no me viera nadie. Ah, y también porque no me apetece, quiero tranquilidad. Cómo se van notando los años...

Voy terminando poco a poco las labores que tenía programadas para este mes de agosto. Una blusita ya está completamente terminada (os la mostraré, tranquilos) y otra está a puntito, sólo faltan los ojales y los botones. También tengo una colección de pajaritas lista y las uñas recién pintadas. Pero todo a su debido tiempo.

Hoy os quiero enseñar una falda sailor, la última prenda que terminé de hacer en la academia antes de las vacaciones. Para las fotos me ha acompañado el modelo de siempre. Nadie lo haría mejor que él.

Excepto cuando se niega a mirar a la cámara...

Falda: hecha por mí.

Camiseta básica: Kiabi.

Cinturón: tienda local.

Parisinas: tienda local.

Sunglasses: Police.

Pañuelo diadema: Bijou Brigitte.

Collar ancla: hecho por mí.

Se trata de una falda lápiz de talle alto acampanado, está elaborada con tela de loneta en azul marino, pero tiene un fallo. No le cosí presillas para el cinturón porque pensé que no las necesitaría y me equivoqué. Fui por la calle colocándome los pliegues constantemente, así que tendré que arreglarla porque con el cinturón solo no se sujeta.

¡El collar del ancla también es una creación mía, no es comprado!

Este tipo de talle alto lo vi en unos pantalones en una pasarela, pero no recuerdo quién era el diseñador. Me gustó, me pareció diferente y original, así que decidí probarlo en una falda. Esta falda ha sido más sencilla de hacer que las faldas entalladas, tanto en su patronaje como en su confección, porque no lleva pinzas ni costuras para ajustar al cuerpo desde la cadera hasta el pecho. 

Ya sabéis que en mis prendas rara vez no añado lazos o detalles de encaje. En este caso ha sido lo primero. Es el único lacito que lleva la falda pero así la parte trasera no parece tan sobria y "aburrida".

Estas gafas me las autorregalé por mi cumpleaños, que fue en julio. No eran las que tenía previsto comprar desde el primer momento pero los empleados de la óptica se emocionaron sacándome gafas de sol de mi estilo y, después de probarme más de 20, éstas fueron sin duda las que más me favorecían. 

Espero que os haya gustado esta nueva prenda que he añadido a mi vestuario y que os muestro mientras mi acompañante de la foto se está echando una soberana siesta a mi lado.

.Estelle.